martes, 13 de diciembre de 2011

Real Sociedad 4-1 Granada

Giró la ruleta el Granada y especuló con lo que el partido le pudiera deparar. Se encontró con dos goles en contra en siete minutos. La Real Sociedad salió directa a pelear la eliminatoria, sin darse tregua y deseosa de agradar a su público. Fue superior y culminó la ida de 1/16 de Copa del Rey con una ventaja que le facilita acabar con un maleficio de 23 años. El Granada notó, sin duda, la alineación de una defensa de circunstancias. Puso las cosas muy fáciles y el equipo de Philippe Montanier la desmontó en un suspiro con dos jugadas por los costados culminadas por Griezmann y Xabi Prieto en los minutos cuatro y siete.
La Real Sociedad no elimina de la Copa a un rival de Primera desde que en la temporada 87-88 se clasificó para la final tras superar al Real Madrid. Desde entonces ha atravesado un desierto. La plantilla donostiarra dio la cara. Pudo obtener una renta menor que administrar en Los Cármenes, pero el marcador hace justicia a la casta mostrada.
El problema del grupo de Fabri González fue el habitual. Perdió minutos agazapado y cuando encontró una ocasión fue incapaz de meter un gol. Pudo acortar distancias antes del descanso. Se encontró con su desdicha ofensiva y con un sensacional Zubikarai.
El portero realista mantuvo su nivel en la segunda mitad y contagió a Julio César. Lucieron reflejos e inmovilizaron el marcador hasta el minuto 64, cuando Xabi Prieto hizo el tercero y empezó a abrir con descaro las puertas de los octavos.
La noche ofreció un detalle del pasado más cercano del Granada.Dani Benítez metió un pase al área. Geijo ganó la espalda al defensa y cruzó su disparo para batir la portería realista (minuto 72). Como en los viejos tiempos. Rápido y letal. Esta temporada se tiene como un hecho aislado.
El duelo vivió desde entonces sus mejores momentos. Los andaluces sacaron orgullo y deseo de procurarse una vuelta más emocionante. Apareció Ifrán en el partido. Ensayó diana en un lanzamiento de falta y atinó de lleno en el minuto 90, desde fuera del área, para experimentar con los penúltimos números de la fórmula que acaba con las cosas que parecen imposibles.


¡GORA ERREALA!!!

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